Bettlejuice Bettlejuice: Mi Perspectiva Como Escritor

Bueno mi gente, estoy de vuelta en la Internet. Se que quizás no se dieron cuenta, pero estuve fuera de las redes por semana y media, luego de que un proyecto casero para tumbar un arbol en mi patio terminara con el cable de Internet roto. En fin, volvamos al blog de hoy: Bettlejuice Bettlejuice.

Este fin de semana vi dos películas: una en el cine (How to Train Your Dragon) y otra en Netflix (Beetlejuice Beetlejuice). ¿Por qué decidí hablar de la segunda? Porque fue la que despertó mi lado escritor al analizar las razones por las que no la disfruté, a diferencia de la experiencia que tuve en los 80 con la Beetlejuice original.

La película obtuvo críticas positivas y fue bien recibida por la audiencia. Adicional, hay buenos guiños a la original y el regreso de parte del elenco de Bettlejuice. Sin embargo, en mi opinión, la mayor falla de Beetlejuice Beetlejuice es que intenta abarcar múltiples subtramas sin desarrollar el potencial de ninguna. Tenemos el conflicto familiar de Lydia, la rebeldía adolescente de Astrid, la amenaza burocrática del Más Allá, el intento de Beetlejuice por forzar nuevamente un matrimonio y la enigmática figura de Delores, la ex esposa de Beetlejuice, que podría haber sido el núcleo de toda la

historia. En lugar de enfocarse en una línea clara, la película salta de un punto a otro, con escenas que dejan todo en la superficie y con carencia de impacto emocional. El guion parece más interesado en rendir homenaje a la estética de Burton que en construir una historia con peso propio.

Uno de los elementos más frustrantes de la película es cómo desperdicia el potencial de Delores. La historia de origen de Bettlejuice como un ladrón de tumbas y Delores como lider de una secta con un ritual que busca la inmortalidad, era perfecta. Habría sido no solo coherente con el tono gótico del universo, sino también un excelente vehículo para explorar la mitología del personaje, más allá de los gritos y las burlas. Sim embargo, terminamos con simplemente unas escenas donde se repite lo mismo una y otra vez, con un final vacío a lo que, según el mismo inicio de la película, sería la trama principal.

Para concluir, la película cumplió con las espectativas del público general, aunque la estética y las referencias, sin una narrativa sólida, solo sirven para disfrazar las fallas de fondo. Así que, si eres un compañero escritor y estás comenzando a desarrollar tu historia, recuerda este importante consejo: a veces, menos es más.


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